El gran desequilibrio entre la oferta y la demanda de viviendas en Galicia

En Galicia, como en el resto de España, el mercado inmobiliario atraviesa una profunda crisis de desequilibrio entre oferta y demanda. En Fincas Galicia, con años de experiencia en la gestión y comercialización de inmuebles en toda la comunidad, vivimos cada día la tensión creciente que enfrentan los compradores y arrendatarios: hay muchas menos viviendas disponibles de las que se necesitan, lo que empuja los precios al alza y limita las opciones residenciales, especialmente para los más jóvenes.

Una escasez que se hace notar en las principales ciudades gallegas

Santiago de Compostela, A Coruña, Vigo y Ourense concentran la mayor parte de la demanda, pero la oferta no acompaña. Según los últimos datos del Instituto Galego de Estatística (IGE), en 2023 se construyeron poco más de 3.000 viviendas nuevas en toda Galicia, mientras que solo Vigo y su área metropolitana necesitarían más de 1.500 anualmente para cubrir el crecimiento demográfico y el relevo generacional. La proporción es aún más baja si consideramos la creciente demanda de viviendas unifamiliares y sostenibles en áreas periurbanas.

A esto se suma que Galicia cuenta con una de las poblaciones más envejecidas del país, lo que ha ralentizado la movilidad en el parque residencial: muchas viviendas no se renuevan ni se ponen en el mercado porque sus propietarios permanecen en ellas hasta edades avanzadas o las mantienen vacías por motivos sucesorios.

Vivienda en alquiler: cada vez más escasa y más cara

En los últimos dos años, el alquiler ha experimentado subidas del 15% en ciudades como Vigo y A Coruña, según datos de Idealista y Fotocasa. La media del precio por metro cuadrado en alquiler ya supera los 9 €/m² en algunas zonas céntricas, muy por encima del umbral que muchos jóvenes pueden asumir con salarios que no han seguido el mismo ritmo de crecimiento.

Este desequilibrio también se ve afectado por la irrupción del alquiler vacacional. En Galicia hay registradas más de 17.000 viviendas turísticas, según el INE, muchas de ellas en zonas urbanas o costeras donde escasea la vivienda habitual. Ciudades como Santiago y Sanxenxo concentran buena parte de estos inmuebles, reduciendo aún más la oferta de larga duración.

Demanda embalsada y hogares más pequeños

Galicia está viendo cómo se forman cada vez más hogares pequeños y unipersonales, especialmente en las zonas urbanas. El IGE calcula que para 2030 habrá cerca de 60.000 nuevos hogares en la comunidad, pero si la tendencia de construcción actual no se acelera, el déficit podría superar fácilmente las 25.000 viviendas en menos de cinco años.

Este fenómeno no es solo demográfico. El acceso al crédito hipotecario, las exigencias de entrada y la inestabilidad laboral de los más jóvenes dificultan el paso del alquiler a la compra, acumulando demanda sin salida clara.

¿Por qué no se construye más vivienda?

La escasez de suelo urbanizable disponible en Galicia, especialmente en las Rías Baixas y entornos metropolitanos como A Coruña o Vigo, es uno de los principales cuellos de botella. Además, la tramitación urbanística sigue siendo lenta: en muchos concellos gallegos se sigue trabajando con planeamientos desactualizados o paralizados judicialmente.

Otro factor clave es la falta de mano de obra cualificada en el sector de la construcción. Promotores locales con los que colaboramos en Fincas Galicia nos transmiten que la falta de operarios ralentiza la ejecución de proyectos e incrementa los costes, lo que, a su vez, eleva el precio final de las viviendas.

¿Cómo avanzar hacia soluciones reales?

En Galicia, hay más de 280.000 viviendas vacías, según el último censo, pero gran parte están en zonas rurales o en mal estado de conservación. Aprovechar ese parque existente requeriría políticas activas de rehabilitación y fiscalidad adaptada para incentivar su puesta en el mercado. El Plan Rexurbe, promovido por la Xunta de Galicia, es un buen ejemplo de iniciativa pública, pero necesita ampliarse y contar con colaboración privada real.

Desde Fincas Galicia creemos que la solución al desequilibrio requiere una combinación de medidas:

  • Agilizar los procesos urbanísticos en municipios con alta demanda.

  • Incentivar la promoción de vivienda protegida y asequible en régimen de alquiler.

  • Impulsar la rehabilitación en núcleos urbanos donde ya existe infraestructura.

  • Regular el alquiler turístico para evitar que sustituya el uso residencial permanente.

Una oportunidad para repensar el modelo

Galicia no está sola ante este reto, pero su singularidad —territorio disperso, alta ruralidad y envejecimiento— exige un enfoque diferente. Si queremos un mercado inmobiliario más equilibrado, necesitamos fomentar una oferta adaptada a la demanda real, diversificada y asequible.

En Fincas Galicia trabajamos cada día para acompañar a nuestros clientes en este contexto desafiante, aportando conocimiento del territorio, transparencia en las operaciones y compromiso con un desarrollo inmobiliario más justo y sostenible.